Al recibir los resultados de una analítica sanguínea, podemos detallar distintos parámetros o valores que nos indican posibles irregularidades o alteraciones en el funcionamiento normal de nuestro organismo, y uno de los más importantes son los famosos triglicéridos, un tipo de grasa que viaja a través del torrente sanguíneo, brindándole energía a nuestro cuerpo para que pueda cumplir con sus funciones básicas.
Si bien se trata de un tipo de grasa necesario para nuestro organismo, mantener niveles de triglicéridos altos podría resultar perjudicial para nuestra salud, por lo que nos conviene conocer las principales causas que conllevan a este tipo de condición, a fin de evitarla.
¿Qué se considera un nivel de triglicéridos alto?
Antes de hablar acerca de las causas de los triglicéridos altos, resulta fundamental conocer cuáles son los niveles adecuados que debemos mantener para garantizar nuestra salud, y estos son entre 100 y 150 mg/dl.
¿Cuáles son las causas de tener triglicéridos altos?
Existen diversas causas que pueden desembocar en triglicéridos altos, pero algunas de las más comunes son:
- Dieta altamente calórica. El exceso de calorías suele ocasionar niveles elevados de esta grasa, especialmente cuando se trata de energía proveniente de productos altos en azúcares o alcohol.
- Sobrepeso y obesidad. A medida que se eleva el peso del cuerpo, los niveles de triglicéridos también aumentan.
- A medida que envejecemos, es mucho más probable que presentemos inconvenientes respecto a nuestros valores de triglicéridos.
- Ciertas enfermedades como el hipertiroidismo, la diabetes y la resistencia a la insulina, así como daños renales y hepáticos.
- Por lo general, las mujeres que experimentan la menopausia suelen presentar un incremento en sus niveles de este tipo de grasa.
- Herencia. Algunas veces, los niveles de triglicéridos muy elevados pueden presentarse en distintos miembros de una misma familia, como factor hereditario.
En caso de presentar triglicéridos altos, es importante acudir al médico para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado, que permitan restablecer tales valores.